6.10.06

C A Ñ A M A R E S
La memoria de unos años
( Cañamo, Judias, Mimbre.. )

Dedicado a mis padres, a los cuales, gracias a su trabajo, esfuerzo y sacrificio, hicieron posible el estatus social y cultura que poseo.
Y a cuantos por su amor a su pueblo, se interesan por su historia y su progreso.


PROLOGO

Cañamares...Bajo un cielo azul de celajes blancos, destaca su torre altiva, señera, emblema del lugar, símbolo de historia.
El valle repleto de verdes mimbres a sus pies, los dorados rastrojos de cereal hacen acto de presencia, y dan su nota de color a nuestra visión. Huellas de ayer, de otros años y otras épocas. El Río Escabas nos acompaña en sus murmullos, con sus aguas cristalinas en cauce estrecho y bastante superficial. Río de vida y de pureza, símbolo de lo poquito que va quedando integro en esta Naturaleza, castigada por las acciones del hombre.
Lomas, collados, alturas poco severas, levemente onduladas, con monte y Dehesa . Nos hallamos a 885 metros de altitud, pórtico de la Serranía.
Rastrojos de cereal y el cultivo de girasol nos saludan, y nos reparten sus fragancias y olores naturales. amarillos y verdes, opacos y oscuros, entremezclados con los olores del terreno, los olores sin rocío, nos dan la bienvenida.
En uno más de los espacios culturales que la historia ha formado en la Comunidad de Castilla la Mancha, está Cañamares, un pueblo con sus glorías y sus miserias como todos.
La desaparición y destrucción de archivos tanto religiosos como civiles durante la última guerra civil española ( 1.936 ) ha contribuido a alejarnos en la historia de muchos pueblos ,en este caso el nuestro..
Cañamares.
Esta pequeña aportación, es una tentativa de recuperar la memoria de unos años, de unos momentos capitales, llenos de vida, que suscitan recuerdos y curiosidades, a la vez, es una vuelta al encuentro de aquellas personas que han contado en nuestra vida, y que ya no están a otro alcance, que al de los golpes fortuitos de nuestra memoria, al azar de una escritura que fluye como la vida misma.
Creemos honestamente que este libro era necesario. El lector desde las primeras páginas hasta las últimas encontrará muchas razones que lo confirman, ya que es un libro pensado sencillamente para aumentar el conocimiento y consolidar la comprensión de una realidad histórica, pues no se puede comprender, ni estimar, ni respetar como algo valioso, y hasta en alguna medida propio, aquello que no se conoce. En nuestro caso, la realidad histórica, cultural y lingüística de un pueblo, con sus vicisitudes, problemas y conflictos, Cañamares..
Estaríamos orgullosos si esta pequeña referencia sirviera para que entre todos, vislumbráramos nuevas fronteras abiertas a la felicidad de todos, pues las cuestiones que todavía hoy nos preocupan, se resumen como antaño, en conocer el pasado para adentrarnos en la adivinación del futuro, que, por principio siempre queremos mejor. Quizás el mundo que podamos legar a nuestros hijos no sea necesariamente mejor que el que nosotros hemos vivido. Pero una cosa parece es cierta; ellos van a tener, tienen ya de hecho, una mejor y más abundante información que las generaciones pasadas ( el mundo de la informática).
Nosotros reuniendo datos, escritos e información hemos querido acercarnos lo más posible a su historia y cultura, haciendo que llegue con la mayor objetividad a los que nos preceden. Pero una cosa son los objetivos, y otro la realidad. La idea nos pareció genial, si no lo hemos conseguido, solo el esfuerzo habrá merecido la pena, pues con ello habremos cubierto el camino entre la ignorancia y el saber, enalteciendo la nobleza de sus gentes.
El pasado de los siglos ha roto cualquier tesis factible de predeterminación de un mundo que evoluciona; han quebrado las ideología, los imperios y las políticas, incluso han aparecido nuevas enfermedades como el Sida, el Alzeheimer, el estrés, la anorexia etc. Se han derrotado los maniqueísmos históricos, el modo de producción feudal ha sido sustituido por el capitalismo, y este a su vez por el socialismo, hasta llegar a la sociedad sin clases y se han constituido en verdadera era de la complejidad.
No cabe duda que el mejor futuro será aquel en que la ideología no vuelva a paralizar el desarrollo de la ciencia y que se extienda el verdadero concepto de la tolerancia y de la disidencia; entre tanto, dejemos a los optimistas que entonen los himnos al progreso que nuestro tiempo merece ampliamente en el origen directo de nuestro bienestar en materia de alimentación, vivienda, salud, cultura, trabajo y placeres. Todo ello, con el paso del tiempo, será historia, y recordaremos a los hombres y su época ,en busca de un futuro de civilización y progreso.
Cañamares, se abre a la luz, como un pueblo cualquiera, de una provincia cualquiera, donde, desde cientos de años, día a día, el sol sale con intensidad, y la luna baña la claridad de las noches. Nada nos importa, si no hemos podido llegar a conocer su cultura, sus costumbres, agricultura, gastronomía y lenguaje, que ha ido creciendo y madurando hasta nuestros días, como en todos los pueblos ,con un sello personal., marcando una etapa más en el camino de su historia.
Con esta pequeña aportación, no pretendemos otra cosa, sino que sea conocido y apreciado por aquello que es, y lo que, desde su forma de ser, de hacer y de hablar, ha aportado al patrimonio común. Pueblo antiguo, hoy instalado en la modernidad y mirando hacia un futuro mejor, y como el resto de los pueblos, aún tiene mucho que hacer y que ofrecer, desde la común estima y libertad. Vaya por delante esta modesta aportación nuestra ,al proyecto de las generaciones venideras.
Bernardino Vindel Giménez


CAÑAMARES. Y SU EVOLUCIÓN HISTÓRICA.

“ Barbechos dorados de sol, y extensos campos de girasoles, pintados de amarillo, confluyen en los caminos de Mancha y Serranía, junto a las verdes pámpanas, que protegen los racimos de sus vides- cereal. girasol, pino, vino, aguardiente.. fruto de tierra conquense al pie de la Serranía .”

Gentes de bien y trabajadores incansables pueblan Cañamares. El esfuerzo de cada día ofrece muestras a cada paso y en cada lugar de nuestra tierra. Hemos querido inmortalizar hechos y culturas que quedaron atrás, que sirvan para avivar el rescoldo de nuestra memoria, la de nuestros hijos y la nuestros nietos; pues es cierto, que quienes pierden su origen pierden su identidad. Así pues, sirva toda la información que hemos ido recogiendo como el merecido homenaje a cientos de personas cuyo valor reside en haber trabajado tenaz y humildemente con el propósito de ofrecer a sus herederos un mundo mejor.
La mirada del pasado no es un ejercicio vago de nostalgia, sino un acto de agradecimiento obligado, y de conmemoración permanente de aquellas pequeñas cosas u hechos que sembraron generaciones pretéritas y cuyo fruto hoy gozamos.
En la evolución histórica de Cañamares hasta nuestros días cabe destacar tres etapas perfectamente definidas en el desarrollo económico del pueblo: cáñamo, judías, mimbre. El primero dio nombre al pueblo; el segundo dió motivo a que su nombre fuese conocido dentro y fuera de la geografía provincial; el tercero, a que se difundiese el cultivo del mimbre y su explotación por todos los pueblos limítrofes……